'EL GRAN ESCAPE'

Este post será dedicado a la presentación del libro de Angus Deaton: ‘El Gran Escape’.

El libro explica aquello que Deaton describe cómo ‘El Gran Escape’ que son los mecanismos que permitieron a algunos países hace 250 años a comenzar un progreso mientras otros se quedaban atrás, creando las desigualdades de hoy. El objetivo que tiene es el de exponer la relación de riqueza y salud en el mundo presente, pero con mirada retrospectiva.
Lo que mas me captó la atención de este libro fue la examinación de la ayuda exterior: lo bonito y lo no tan bonito por lo que este va a ser el tema principal de este post.
Enlace aquí

Pero antes, debemos aclarar ciertos asuntos. Desde la prehistoria, nuestras sociedades y culturas han evolucionado enormemente, gracias a los nuevos conocimientos y desarrollos que se han ido adaptando a nuestras necesidades según el tiempo y lugar determinado, como son: la mejora en salud pública, el aumento de democracia y educación. Todo esto, en mayor o en menor medida, ha garantizado que algunos de los países de hoy estén tan desarrollados y otros tan poco, en otras palabras, estas mejorías han creado grandes desigualdades. Estas desigualdades e injusticias son por las que luchamos hoy en día y debemos saber de dónde vienen, es por ello por lo que este libro te abre los ojos a esa parte del pasado a la cual nunca miramos. 

Y ahora pasamos al centro del post: la ayuda exterior. Desde la Segunda Guerra Mundial, los países ricos han tratado de ayudar mediante flujos de recursos a los países pobres para mejorar sus vidas. Desafortunadamente, este ayuda está siendo mal orientada y no es eficaz. Los ciudadanos ricos no tienen las intenciones claras: a veces ayudamos para satisfacer nuestra propia necesidad de ayudar y, aún habiendo población bienintencionada esta está mal informada. Si prestamos atención, ¿realmente sabemos lo que los países pobres necesitan o quieren ni de cómo funcionan sus sociedades? Debemos ayudar a los ciudadanos ricos a entender  por qué ayudan y que lo importante es la eficacia de dicha ayuda.

Lo que necesitamos hacer ahora es asegurarnos de que no obstruimos el camino para que los países pobres hagan lo que nosotros ya hicimos. Esto puede ser realizado mediante: la no comercialización, especialmente con armas, gobiernos hostiles o dar vacunas contra enfermedades que no nos afectan a nosotros (como la malaria) pero que sí afectan en los países del tercer mundo… 

Al final del día, nunca nos podemos olvidar que: el escape es temporal, que los medios de escape son acumulativos (no se puede bloquear el conocimiento de cómo otros países escaparon) y que tenemos que permitir que los países en necesidad de crecer comiencen su progreso con todo este conocimiento sin obstáculos. 

Las cosas malas suceden y nos harán caer en nuevos escapes, los cuales traerán nuevas desigualdades. Pero tenemos la suerte de poseer el conocimiento y progreso de otros escapes y debemos apoyarnos en eso y hallar el nuestro sin molestar a los que vienen detrás.

Comentarios

Entradas populares